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miércoles, 29 de enero de 2020

Cambia tus hábitos, cambia tu vida

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“Nosotros hacemos hábitos y los hábitos hacen nuestra vida”

Esas actividades que haces diariamente y a veces sin pensar son los hábitos que tienes establecidos desde hace mucho tiempo y son los que te llevan a actuar de la forma en que lo haces, lo que piensas y cómo te comportas. Por eso, si quieres cambiar algo en tu vida, es mejor que empieces por analizar los hábitos que tienes actualmente y cambiarlos poco a poco para que tu vida pueda cambiar.
Por ejemplo, si buscas tener una mejor salud, analiza que es lo que el día de hoy hace que tu no goces de salud. No te justifiques, realmente todo lo que vives se basa en lo que haces diariamente. Lo que comes, lo que bebes, el ejercicio que le das a tu cuerpo, si duermes a tus horas, todo esto se va traduciendo en un cuerpo más o menos saludable.
Aunque no lo quieras creer, hay enfermedades que se han diagnosticado como herencia, y cuando la gente cambia sus hábitos, su enfermedad «crónica» e «incurable», desaparece.
Asimismo, si buscas tener un mejor trabajo o una mejor relación, son las cosas que haces diariamente que te impiden llegar a donde tu quieres y con quien quieres. Si quieres ser más exitoso, dedica más tiempo a tu desarrollo e imagen personal. Si quieres tener mejores relaciones, comienza por tener una mejor relación contigo mismo.
Todo en esta vida tiene solución, y lo mejor de todo es que no es tan difícil. En este post te doy una estrategia de 10 pasos que te ayudará a ir cambiando poco a poco tus hábitos y por lo tanto llegarás a cambiar todo lo que quieras en tu vida.
Nunca podrás cambiar tu vida hasta que no cambies aquello que haces diariamente.
El secreto de tu éxito se basa en tu rutina diaria.
John C. Maxwell

Estrategia para cambia tus hábitos y cambiar tu vida

1. Empieza con algo tan pequeño que ni tu mismo puedas decir que no

El punto de esta estrategia es que tengas éxito, y de la única forma en que lo puedes lograr es haciendo cambios pequeños y paulatinos que te lleven hacía todo un cambio en tu vida. Es por eso que para hacer cualquier cambio, sobre todo uno que puedas mantener, tienes que empezar por cosas muy pequeñas.
El problema de los propósitos de año nuevo es que queremos cambiar todo de una vez por todas, y al cabo de un par de semanas, si bien nos va, fracasamos o nos aburrimos. ¿por qué? Pues porque es demasiado para nuestro cerebro hacer cambios tan profundos en tan poco tiempo.
De acuerdo a las investigaciones científicas, es mejor hacer cambios pequeños que podamos mantener y poco a poco ir incrementándolos hasta llegar a tener una nueva rutina. Tu cerebro y tu cuerpo te agradecerán que inicies con algo que ni tu mismo puedas decir que no. Eso asegurará que puedas mantener la nueva actividad y sobre de ella ir construyendo más y mejores actividades.

2. Elige una sola cosa para cambiar a la vez

A veces pensamos que entre más cosas cambiemos mejor nos va a ir, o a lo mejor estamos tan cansados de algo en específico que queremos cambiar todo a la vez. Pero esta estrategia es la que nos impide continuar con los cambios que nos hemos propuesto. Por eso una vez que decidas que es lo que quieres mejorar, haz una lista de cosas que te pueden ayudar a lograrlo y después elige una con cual empezar, poco a poco podrás ir incluyendo más actividades a tus cambios, pero una vez que hayas establecido la base.
Por ejemplo, si quieres tener un estilo de vida más saludable, la tendencia es que empieces un lunes con una dieta super restrictiva, que te mates 1 hora entera en el gimnasio y todo lo que se te pueda ocurrir.
Pero lo que yo te propongo es que empieces poco a poco, comiences por comer comida más saludable evitando la comida chatarra. Después, puedes empezar con 15 o 30 minutos de ejercicio, lo mejor sería salir a caminar o un ejercicio que te guste. Y así poco a poco ir incrementando más y más esas actividades hasta que llegues a tu objetivo final.

3. Establece un objetivo que sea específico y medible

Una vez que te has decidido a hacer el cambio y has elegido que es lo que quieres cambiar, establece un objetivo claro, específico y medible.
Volviendo al ejemplo anterior, tu objetivo puede ser No consumir refrescos, si es relacionado con la dieta. Si es relacionado con el ejercicio, puedes establecer el objetivo como realizar 30 minutos de ejercicio diario, comenzando por 15 cada tercer día hasta que llegues a cumplir el objetivo de 30 minutos 5 veces a la semana.
Si es relacionado con tu productividad, puedes iniciar con algo como leer 15 páginas de un libro al día o dejar de ver tu celular antes de irte a dormir.

4. ¿Cuáles son las razones por lo cual quieres hacerlo?

¿Tienes claro por qué quieres realizar los cambios? Muchas veces nos dejamos llevar por lo que nuestros amigos o familiares hagan y pensamos que eso nos vendría bien, pero si lo analizas a lo mejor hay algo más importante para ti, algo que realmente deseas tener o hacer.
Antes de continuar con tus cambios, piensa realmente cuál es la razón por la que quieres realizar el cambio y respóndete qué es lo que ganarías si lo logras y qué perderías si no lo haces.
Tony Robbins hace mucho hincapié en este paso, es primordial que tu te des cuenta de lo que realmente ganarías, imagina y saborea tu victoria, esto te mantendrá motivado e inspirado para continuar hacía adelante y cada vez que quieras renunciar recuerda porque lo quieres hacer y que pierdes si no lo haces.

5. Haz un compromiso contigo mismo

El hecho de elegir el hábito que quieres adoptar y las razones por las que lo quieres hacer es el inicio de una gran cambio en tu vida, pero lo que puede asegurarlo y realmente hacer la diferencia entre esta vez y las veces pasadas que los has intentado es realizar un compromiso. ¿Con quién? Contigo mismo.
El hecho de que tu escribas y firmes que te comprometes a realizar lo que quieres te hará cambiar tu actitud, te esforzarás más y si piensas dejarlo o tienes alguna tentación es más probable que puedas superarlo.
Inténtalo, comprométete contigo mismo y notarás la diferencia.

6. Vincula tu actividad con algún hábito existente

Otro consejo que dan los expertos, es vincular tu nueva actividad a algún hábito que ya tienes establecido, de esa forma te será más fácil recordarlo y te servirá como ancla a que logres mantenerlo.
Por ejemplo, si decidiste empezar a hacer ejercicio, puedes comenzar con hacer 10 sentadillas, y si eliges realizarlas justo antes de bañarte es más fácil que te acuerdes y lo lleves a cabo.
Si decidiste empezar a leer más, entonces puedes vincularlo con tomar tu café. Si diariamente tomas café o té, entonces puedes vincular esta actividad u otra que sea pertinente al mismo tiempo que lo haces.

7. Incrementa tu hábito paso a paso

Una vez que ya lograste tu primer objetivo, de hacer un poco más de ejercicio y lo has mantenido por un periodo de tiempo, digamos 21 días (que es lo común que sabemos en donde se puede implantar un hábito), entonces empieza a incrementarlo.
En lugar de hacer 15 minutos de ejercicio haz 30. En lugar de hacerlo dos veces a la semana increméntalo a 4.

8. Si fallaste, regresa lo más pronto posible a tu nueva rutina

Es algo bien común y algo a lo cuál no estamos preparados el fallar cuando adoptas un nuevo hábito. De hecho lo más común es que fallemos una vez y nos digamos «ay, ya lo sabía no puedo hacerlo». Pero simplemente esto es normal, después de todo llevamos haciendo lo contrario a lo que queremos por muchos años, ¿cómo pretendemos cambiarlo en un par de día o semanas?
Si estás preparado a fallar es más factible que puedes lograr tu objetivo. Cuando suceda, no te lastimes o te deprimas, acepta esto como un paso más a la persona que realmente quieres ser y regresa a tu actividad y tu nuevo hábito lo más pronto posible.
El fallar solo quiere decir que lo estás intentando, así que no abandones todo el esfuerzo que ya llevas invertido, regresa a tu hábito y continua con el cambio.

9. Celebra cada logro

¡Celebra! Obvio esta es la parte más bonita, pero es importante que te des un tiempo para celebrar lo que ya llevas ganado. OJO, procura celebrar con algo que vaya de acuerdo a la nueva persona que quieres ser, no caigas en hacer lo que no quieres nada más para darte gusto.
Por ejemplo, lograste bajar 2 kilos y de premio te vas a comer ese pancito que tanto te gusta o ese refresquito que añorabas. NO, NO, NO. Si decides hacer esto, lo único que estás logrando es retroceder y alentar tu progreso.
Sé congruente con lo que quieres lograr.

10. Crea tu propia rutina, sé paciente y constante

Una vez que vayas incorporando más y más cosas positivas y saludables a tu vida te darás cuenta que vas creando una rutina positiva, continua cambiando, continua invirtiendo en ti y sobre todo sé paciente. El cambio no se logra de un día para otro, es necesario esforzarte y hacer un trabajo inteligente continuamente.
Recuerda que tus hábitos te crean, tu te conviertes en lo que haces, así que si quieres cambiar tu vida, cambia tus hábitos y todas aquellas actividades que no te permitan crecer. 


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