Un hombre de ciencias que habla de la importancia de las energías, chakras, meditación… ¿en qué momento te das cuenta de que la medicina convencional no lo es todo?
A lo largo de los años, cuando vas entrando en contacto con este tipo de energías, vas dándote cuenta de que hay otras cosas, de que la medicina no es sólo lo que te han enseñado en la Facultad, y que hay cosas que aunque no tengan una base científica no por ello dejan de estar ahí.
Aparte de que siempre he sido consciente de que existen cosas que no se justifican científicamente, luego empiezas a trabajar y te das cuenta de que hay terapeutas que curan enfermedades que no puede curar la medicina convencional. También hay que reconocer que en la medicina científica hay intereses de multinacionales cuyo objetivo es que consumamos en una dirección y que no se desarrollen estas otras medicinas.
Y por parte de tus colegas de profesión… ¿has encontrado rechazo o incomprensión?
Algunos no le dan mucho crédito, pero cada vez más gente está dándose cuenta de que funciona; de hecho yo tengo pacientes médicos, farmacéuticos, doctores en física, oncólogos…Cuando ese interés científico queda abierto a otras cosas que sabes que están funcionando, las integras. Yo no desdeño por norma ni por dogma nada. La medicina convencional tiene también cosas muy buenas y hay que aprovecharlas. Al final, la medicina tiene que ser ecléctica y pensar en qué es lo más favorable para un paciente al menor coste y menor daño posible.
En el siglo III a.C. Hipócrates decía que “toda enfermedad tiene su origen en el intestino”. ¿Aún hoy se puede afirmar esto?
Aún mas. Hoy día toda la comunidad científica sabe que hay que investigar estos temas, porque antes veíamos la flora intestinal como una especie de gorrones que teníamos en el intestino, millones de bacterias de las cuales fuimos luego investigando que podían ser beneficiosas, que algunas cosillas que podían producir nos servían. Hoy día hablar del ser humano es diferente, porque somos un simbionte con nuestras bacterias, en un equilibrio muy estricto. Si nuestra flora está mal, nuestro estado de ánimo se resiente.
Muchísimas. La flora está ahí, pero no está de una forma inerte, son organismos vivos que comen, que se reproducen y que producen desechos; de esos desechos la mayoría no sirven para nada, pero otros muchos se podrán absorber en moléculas, unas se procesarán a nivel hepático y otras viajarán a nuestro cerebro. ¿Es inerte la presencia de esas sustancias en el cerebro? Pues hasta ahora no se había investigado de forma correcta, aparte por su complejidad… Pero ahora sabemos que la sobreproducción de una de ellas puede producir cuadros de autismo. En niños a los que se les ha administrado antibióticos de forma regular, hemos observado ya casos de autismo.
¿Abusamos hoy día de los medicamentos?
Completamente. Yo no tomo ninguno, ¿para qué me voy a tomar un paracetamol, que es hepatotóxico, si me puedo quitar el dolor con una aguja de acupuntura? También es importante eliminar de tu dieta aquellos alimentos que puedan estar provocando ese tipo de alteraciones, bien directamente, o bien porque estamos favoreciendo con una alimentación incorrecta el desarrollo de una flora patógena que produce sustancias que son absorbidas y pueden luego producir ese cuadro. Somos lo que comemos: lo que comemos alimenta tu flora, que está en interacción contigo.
¿Qué alimentos son imprescindibles en una dieta saludable?
Yo soy partidario de una alimentación muy variada. Hay que tener en cuenta que somos omnívoros, y eso nos da ventajas evolutivamente, ya que podemos comer de todo, pero por otro lado también nos hace vulnerables, en el sentido de que no podemos alimentarnos siempre de lo mismo. En los análisis que hago me doy cuenta de que las alimentaciones más restrictivas no conllevan necesariamente más salud, porque a veces carecen de determinados nutrientes.
En general, la alimentación sana se basa en una dieta variada, con un consumo de carne bajo, tratando de suplir sus proteínas con pescados, huevos, lácteos…
En general, la alimentación sana se basa en una dieta variada, con un consumo de carne bajo, tratando de suplir sus proteínas con pescados, huevos, lácteos…
¿Y los alimentos más dañinos?
Sin duda alguna, los alimentos procesados industrialmente: bollería, pizzas precocinadas…. todos esos horrores que están llenos de conservantes hay que evitarlos.
¿Por qué se han multiplicado en estos años las enfermedades autoinmunes?
Probablemente por todo lo que hemos hablado, porque ya no hacemos una alimentación sana. No hay que obsesionarse tampoco, porque si todo lo que comes es sano, pues eso es lo que comían nuestros abuelos y no tenían esas enfermedades. Sin embargo, cuando la química entra en juego, ahí empiezan a aparecer un montón de enfermedades desconocidas. El primer caso de fibromialgia se diagnostica en España en 1975, y hoy hay un millón de casos, por lo que algo ha pasado en esos cuarenta años. Lo mismo que ocurre con el cáncer de mama.
¿Por qué?
Porque estamos utilizando compuestos químicos que confunden nuestros receptores hormonales. Estamos incorporando tóxicos que nuestro sistema no está preparado para combatir. Si vas a países donde hay mayor naturaleza, no existen apenas alergias o enfermedades autoinmunes, estas son más propias del mal llamado mundo civilizado.
¿Hay alguna esperanza de acabar con este proceso autodestructivo?
Yo creo que sí, porque la gente cada vez es más consciente y demanda cosas naturales. La gente no es tonta y se está dando cuenta de que algo estamos haciendo mal; cada vez hay más demanda de alternativas naturales para curarse, para alimentarse, para asearse. En el caso de España, es un país un poco perezoso a la hora de incorporar estas nuevas tendencias, pero en países como Holanda o Alemania ya es algo completamente normal, puedes comprar productos ecológicos en cualquier parte.
Entrevista realizada por Thais Nadal.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario